Soneto 4

Roza mi pecho tu mano de luna
regalándole a mi alma enamorada
ese fuego que en mi noche callada
brilla ciego sin esperanza alguna

Tu mirada escribe como ninguna
un nombre que mi voz abandonada
repite con pasión desesperada
en loco corazón como una runa

Amor, amor, amor…¡Ay verso hiriente!
llena de rosas mi corazón huido
que en la triste lejanía solo siente

que sus latidos son solo frío ruido
si en tu dulce boca deja ausente
el beso por el que tanto ha sufrido