Sí el falso espejo de lejano sabor,
con ardiente escarcha y tierno filo
busca tras tu antifaz de fuego e hilo
la llaga que gime mi cuerpo sin color.
¿Por qué el reflejo de negro ardor
que tu rizada bruma deja en vilo
contiene el temblor, la llama y el estilo
de la helada sombra que muere de amor?
Sí ya el delirio gris de la amargura
no canta en el blanco mármol vidrioso
del caído altar de tu oscura hermosura.
¿Por qué aún la nube de azul tembloroso
fija en mi raíz la triste quemadura
de evocar siempre tu amor tempestuoso?
Muy dulce y amargo a la vez, buena poesía 😉
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Agradezco mucho tus palabras Enrique!! 🙂
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Tiene la elegancia del soneto y esa forma tan fluida que tienes de ligar las palabras. Enhorabuena.
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Bienvenido a mi blog Ángel Rubio! Te agradezco mucho tus palabras 😉 me alegra que pienses eso de mis versos 🙂 un saludo
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