La vieja ilusión que se va quemando
en el perfil de tu ausente figura,
marca el delirio de tibia escultura
donde mi oscura luz se ira apagando.
Mientras la fría rueda siga arrastrando
mi recuerdo enredado a tu cintura,
perdidas en la senda de mi locura
las cenizas de tu amor irán quedando.
Aún en la cárcel de eco desgastado,
el goteo de mi latido marchito
sueña la dulce agonía de ser amado.
Pues en la vacía espiral del grito,
el ardor de tu aliento enamorado
sigue en mi roto corazón escrito.