Las almas están sucias
de frustraciones sin curar
las mentiras sangran
por las cicatrices del confiar.
Las cenizas del para siempre
con el viento del nunca se van
mientras arden los todavía
en las hogueras del quizá.
Puede que todo se trate de morir
una y otra en la esperanza
de renacer sin la desesperación
de volver a ser hijos del azar.
Las almas están sucias
pero nunca dejaran de soñar
y la limpieza es secundaria
si el sacrificio se llama amar