Soneto 12

No queda más que tu perfil sin vida
en las huellas de este viento rasgado.
No queda más que este reflejo cansado
en las blancas cenizas de mi herida.

Triste camino es la niebla florida
un jardín de llanto eterno desatado,
y el mar, sin final, mece callado
los ecos de tu sonrisa perdida

Sólo tu sombra fría corre en mis venas
con las alas marchitas de hermosura
surcando el cielo cansado de mis penas

Solo, sin mi, amor, tras muros de locura
oculto en lluvia de rosas serenas
me olvidaré en tu noche siempre oscura

Soneto 11

Quisiera en este camino de estrellas,
tu ardido cielo de vacía blancura,
en esta luna de ciega amargura,
el charco de rocío de tus frías huellas.

Quisiera en esta luz de formas bellas
tu etéreo sueño de falsa hermosura
en tus largas noches de plata oscura
el río de escarcha herido por ellas

Y ser en el negro eco del lamento,
el cometa, que curvado en soledad,
tras el sordo brillo de tu firmamento,

busca el espejo de muda oscuridad,
donde en la nube de mi sufrimiento
vuela el reflejo de tu eternidad

Soneto 10

Vive en la triste brisa de mi orilla
la amarga espina de la madrugada
cuando otro amor con mano envenenada
clava su dulce rosa en tu mejilla.

Pues la eterna manzana amarilla
de tu secreta mañana encantada
marca aun en mi dolor de flor cortada
el temblor de tu valiente semilla.

Y aunque en la oscura lengua del llanto
mi vendaval de sangre enloquecida
colme, sin ti, laguna en desencanto.

No quiero que en sombra estremecida
por la aguda lágrima sin manto
sufra tu pasión, en silencio, ardida.

Soneto 9

Sí el falso espejo de lejano sabor,
con ardiente escarcha y tierno filo
busca tras tu antifaz de fuego e hilo
la llaga que gime mi cuerpo sin color.

¿Por qué el reflejo de negro ardor
que tu rizada bruma deja en vilo
contiene el temblor, la llama y el estilo
de la helada sombra que muere de amor?

Sí ya el delirio gris de la amargura
no canta en el blanco mármol vidrioso
del caído altar de tu oscura hermosura.

¿Por qué aún la nube de azul tembloroso
fija en mi raíz la triste quemadura
de evocar siempre tu amor tempestuoso?

Soneto 8

En lluvia de recuerdos, confundido,
corre triste, el eco de mi tormento,
pues perdido, el reflejo de tu aliento,
todavía vive en mi alma escondido

Duerme, sin alba, mi llanto mordido
en el frío corazón del sufrimiento
y siento que, agónico, mi lamento
sea un suspiro en la espiral de tu olvido

Allí, amor, brotan flores por el pecho
del río alegre de los enamorados
colmando en bellas guirnaldas el lecho 

Aquí, loco, en silencios desbocados
ahogo, el grito herido del despecho,
que se derrama en mis ojos robados

Soneto 7

Cubrirá el viento tu hora solitaria
en auroras de cristal inflamado,
soñara un beso de luz traspasado
el punzante labio de la memoria.

Pero escondido en la triste gloria
sangrara en tu pecho amor olvidado
y rizado en triste perfil convulsionado
se perderá la pasión de tu historia.

Rompe cielos de albas desesperadas,
vístete con coronas de rosas ardientes,
corre tras lunas de voces enajenadas,

que el viento arrastrara ecos dolientes
por el camino de cenizas enamoradas
dejando solo, amor, los reflejos hirientes

Soneto 6

¿Por qué en mi soledad enamorada
toleras mi angustia en los inviernos
si yo, hundido en los recuerdos tiernos,
quiero consolar tu rosa abandonada?

¿Por qué sobre mi alma desangrada
olvidas la fría agonía de mis sueños
sí en mis entrañas tus tristes vientos
me consumen en mi pena arrinconada?

¿Por qué, amor, con el licor de tu figura,
no me das, derramado en azucenas,
el dolor de tu blanca hermosura

si, loco, arrancándome las venas
en la espiral sin fin de la amargura
te sufro en mis noches siempre eternas?

Soneto 5

Quiero que el acento de árbol herido
que vive en tu falsa voz desgarrada,
descubra la luna ensangrentada
que envuelve mi clavel perdido.

Quiero que el ciego mar del olvido
donde sueña tu oscura alborada
escuche el eco de alma enamorada
que muere en mi corazón aterido.

Que quiero reírme del espejo
donde veo en mi mascara vacía
en fuego orlado tu reflejo.

Que quiero morirme en la noche fría
cuando se que el corazón que te dejo
en dolor tornara su alegría.

Soneto 4

Roza mi pecho tu mano de luna
regalándole a mi alma enamorada
ese fuego que en mi noche callada
brilla ciego sin esperanza alguna

Tu mirada escribe como ninguna
un nombre que mi voz abandonada
repite con pasión desesperada
en loco corazón como una runa

Amor, amor, amor…¡Ay verso hiriente!
llena de rosas mi corazón huido
que en la triste lejanía solo siente

que sus latidos son solo frío ruido
si en tu dulce boca deja ausente
el beso por el que tanto ha sufrido

Soneto del amor que se aleja

Abrasa, llama de mi viva muerte,
cada latido en mi alma desangrada,
cuando la vela de amor ,derramada,
en vano, arde por el deseo de verte.

Grita, en mi álgido desierto, quererte,
cada eco de angustia desdibujada
que me deja la pena enajenada
en la soledad del miedo a perderte.

Pero sí en la entraña del sentimiento
vive aun mi palabra en la ausencia dura
presa de la flor de tu sufrimiento,

no dejes, amor, caer en la amargura
al corazón que deshojado en tormento,
muere estando lejos de tu hermosura.